Jack Fleitman
Los empresarios de éxito tienen objetivos claramente definidos y concentran su energía, imaginación y recursos en alcanzarlos, superando circunstancias difíciles y adversas y aprovechando cada una de las oportunidades que se presentan.
Generalmente saben a dónde van y qué quieren; son perseverantes, entusiastas y logran las metas que se fijan.
Son innumerables los factores que tienen una relación directa con el éxito de los empresarios. Para ellos, el éxito no es sólo una cuestión de suerte o audacia, sino que está relacionado íntimamente con un trabajo intenso, tenaz y cotidiano que requiere dedicación, constancia, inteligencia y capacitación.
Sin embargo y por encima de lo anterior, el éxito se basa en la confianza que una persona se tiene a sí misma, en tener una actitud diaria positiva y vigorosa, y en cómo dicha persona ve y proyecta el futuro.
Un visionario es el individuo que ve al futuro; es precisamente el que se ve a sí mismo en el tiempo y tiene, además de la capacidad, la fuerza necesaria para orientar sus pensamientos a un objetivo definido, congruente con sus principios, aspiraciones, parámetros de conducta y escala de valores.
La visión tiene sustento cuando converge en metas claras, específicas, medibles y evaluables.
En el mundo empresarial, la visión se define como el camino al cual se dirige la empresa a largo plazo y sirve de rumbo para orientar las decisiones estratégicas de crecimiento y competitividad. “Conocer el sitio a donde se va facilita considerablemente el camino”.
La empresa del tercer milenio exige a los empresarios que quieren tener éxito, un conocimiento profundo del giro en que se desenvuelven, de los objetivos, de los procesos, de los sistemas, del perfil y las necesidades de los clientes, de la capacidad y calidad de los proveedores, del conocimiento del mercado, de los competidores y del funcionamiento general de la empresa.
Perfil ideal del empresario exitoso
Es difícil encontrar personas que cumplan con todos los requisitos del perfil ideal del empresario exitoso, pero es un camino que se puede seguir para ser cada día mejor.
Las características que debe tener el empresario ideal son las siguientes:
Capacidad para:
•Planear, organizar, dirigir y desarrollar la empresa.
•Analizar, comprender y resolver aspectos de administración y operación de la empresa.
•Conocer las fortalezas y debilidades de la empresa y de los competidores.
•Coordinar y administrar con eficiencia los recursos materiales, humanos, tecnológicos y financieros.
•Crear oportunidades estratégicas que brinden mayor competitividad y posibilidad de crecimiento a la empresa.
•Crear, adaptar y promover modelos gerenciales nuevos.
•Establecer estrategias, planes, programas, sistemas, controles.
•Fomentar e implantar procesos de mejora continua.
•Generar una nueva cultura empresarial, con productividad y calidad.
•Manejar, resolver y aprovechar situaciones difíciles y encontrar, en éstas, oportunidades para la empresa.
•Integrar equipos de trabajo eficientes y eficaces.
•Instrumentar cambios que mejoren los resultados económicos y sociales de la empresa.
•Medir y evaluar la calidad de los resultados.
•Motivar a sus colaboradores y establecer mecanismos institucionales de cambio en beneficio del personal.
•Poder comunicarse claramente en forma verbal y escrita en español e inglés.
•Promover y orientar las relaciones humanas y públicas.
•Promover, adquirir y adaptarse a los desarrollos tecnológicos que permitan a la empresa ser más competitiva.
•Resolver problemas de diversa índole en cualquier momento.
•Saber administrar el tiempo para llevar a cabo las actividades diarias en forma eficiente y eficaz.
•Saber separar los asuntos críticos que requieren una decisión inmediata.
•Tener control sobre sí mismo.
•Tener facilidad para señalar objetivos, elegir medios y asignar recursos con racionalidad.
•Tener ideas originales para solucionar los problemas que se presenten.
•Tener mente estratégica.
•Tomar decisiones rápidas y acordes con las posibilidades reales de la empresa.
•Trabajar muchas horas con inteligencia y efectividad.
Sensibilidad para:
•Comprender y adaptarse a las distintas etapas de crecimiento y de cambio de la empresa.
•Comprender la importancia de tener calidad en la producción, la distribución de bienes y los servicios que se proporcionan a la comunidad.
•Apoyar, alentar y mostrar interés por el personal.
•Comprender la realidad de todos los colaboradores de la empresa que se ven afectados por factores económicos, legales, éticos y sociales.
•Construir y mantener la confianza, la lealtad y la franqueza del personal.
•Dar importancia y reconocimiento al trabajo del personal.
•Desarrollar la confianza y la cooperación.
•Escuchar las opiniones y consejos de sus colaboradores.
•Comprender la interrelación e influencia entre las empresas, el personal y la sociedad en su conjunto.
•Distinguir entre lo urgente y lo importante, lo accesorio y lo principal.
•Entender a la empresa como un elemento básico del desarrollo de un país.
•Resolver con criterio y sentido común diversas situaciones. y conciliar intereses.
•Respetar el tiempo de los demás.
•Ser imparcial en cualquier controversia.
•Saber adaptarse al cambio.
•Ser siempre sencillo.
•Ser siempre él mismo.
•Tener como valores la imparcialidad, la ecuanimidad y la equidad.
•Tener conciencia de la función que desempeña dentro de la sociedad.
•Ver objetivamente la realidad de cada situación y estar dispuesto a cambiar de opinión.
Actitud para:
•Cumplir con la misión y los objetivos de la empresa.
•Actuar como promotor del cambio, adquiriendo y promoviendo el acceso y uso de los desarrollos tecnológicos de punta.
•Buscar una superación y mejora continua de sus colaboradores.
•Crear estrategias innovadoras que sirvan para diferenciar a la empresa y sus productos de la competencia.
•Cumplir sus responsabilidades con alegría, firmeza, energía, tacto y sacrificio.
•Desarrollar un ambiente de excelencia y calidad.
•Fomentar el espíritu de servicio y la participación de los colaboradores.
•Fortalecer y promover la unidad del personal.
•Hacer el trabajo que se requiera de una manera intensa, especialmente cuando no se dispone del personal que ayude en las labores diarias.
•Interactuar y competir sanamente con otras empresas en la búsqueda de soluciones a las demandas de atención y servicio que generan los clientes.
•Mantener una capacitación permanente sobre los nuevos conocimientos, técnicas y métodos en materia de administración de empresas.
•Promover constantemente el crecimiento de la empresa.
•Respetar y acrecentar los valores éticos, personales y empresariales ante sus colaboradores, proveedores, la comunidad y la autoridad.
•Ser responsable, intuitivo, disciplinado, inquieto, positivo, emprendedor y tenaz.
•Tener confianza y seguridad en sí mismo.
•Cumplir con los compromisos generados con los empleados, proveedores, clientes, autoridades, socios y competidores.
•Tener un amplio sentido social en la práctica de los negocios.
Conocimiento de:
•Administración, finanzas, producción, mercadotecnia, informática, contabilidad, costos, estadística y evaluación.
•Las investigaciones y los avances de las técnicas, modelos y estrategias de alta dirección y liderazgo.
•Principios, procesos, técnicas e instrumentos de la administración en general.
•Sistemas de control, supervisión, evaluación y seguimiento.
•Sistemas computarizados que coadyuven a hacer más eficiente la comunicación e información de todas los actores y áreas de la empresa.
•La tecnología de punta que pueda ser útil para la empresa.
•La realidad nacional e internacional en lo económico, político y social.
•Algunas situaciones legales y fiscales.
•La estructura y funciones generales de la administración pública y privada.
En resumen, un empresario exitoso es, además de un líder, una persona brillante y segura de sí misma, que sabe aceptarse con errores y cualidades y es flexible, sensato, convincente y tolerante con los demás.
Actúa cuando debe y lo hace en forma precisa; es capaz de tomar las decisiones correctas y afrontar sus consecuencias; es observador y está atento a lo que sucede; su experiencia y conocimientos son reconocidos; es carismático, expresa lógica y fácilmente sus ideas, aclara dudas, es amable y tiene un perfil multicultural.
Asume el liderazgo por medio de la motivación y el convencimiento, marcando el rumbo a seguir en el presente y mirando al futuro como la oportunidad de orientar creativa, innovadora y positivamente a sus colaboradores y a la empresa en su conjunto.
Por supuesto que es casi imposible encontrar un empresario que cumpla con todos las características mencionadas. Por fortuna, no es necesario ser un modelo de virtud empresarial para lograr el éxito. La determinación compensa muchas deficiencias, pero el reto es buscar permanentemente la superación personal hasta lograr el mejor de los perfiles.
Está comprobado que los empresarios que disfrutan de su trabajo tienen ventajas sobre sus competidores ya que son más productivos, dedican muchas horas al trabajo sin sentir cansancio y tienen menos posibilidades de enfermarse.
Para que un empresario sea exitoso debe crear empresas que satisfagan sus necesidades personales; debe estar convencido de que la naturaleza del negocio está acorde a sus deseos, actitudes, personalidad, conocimientos y potencialidades.
Los empresarios de éxito tienen objetivos claramente definidos y concentran su energía, imaginación y recursos en alcanzarlos, superando circunstancias difíciles y adversas y aprovechando cada una de las oportunidades que se presentan.
Generalmente saben a dónde van y qué quieren; son perseverantes, entusiastas y logran las metas que se fijan.
Son innumerables los factores que tienen una relación directa con el éxito de los empresarios. Para ellos, el éxito no es sólo una cuestión de suerte o audacia, sino que está relacionado íntimamente con un trabajo intenso, tenaz y cotidiano que requiere dedicación, constancia, inteligencia y capacitación.
Sin embargo y por encima de lo anterior, el éxito se basa en la confianza que una persona se tiene a sí misma, en tener una actitud diaria positiva y vigorosa, y en cómo dicha persona ve y proyecta el futuro.
Un visionario es el individuo que ve al futuro; es precisamente el que se ve a sí mismo en el tiempo y tiene, además de la capacidad, la fuerza necesaria para orientar sus pensamientos a un objetivo definido, congruente con sus principios, aspiraciones, parámetros de conducta y escala de valores.
La visión tiene sustento cuando converge en metas claras, específicas, medibles y evaluables.
En el mundo empresarial, la visión se define como el camino al cual se dirige la empresa a largo plazo y sirve de rumbo para orientar las decisiones estratégicas de crecimiento y competitividad. “Conocer el sitio a donde se va facilita considerablemente el camino”.
La empresa del tercer milenio exige a los empresarios que quieren tener éxito, un conocimiento profundo del giro en que se desenvuelven, de los objetivos, de los procesos, de los sistemas, del perfil y las necesidades de los clientes, de la capacidad y calidad de los proveedores, del conocimiento del mercado, de los competidores y del funcionamiento general de la empresa.
Perfil ideal del empresario exitoso
Es difícil encontrar personas que cumplan con todos los requisitos del perfil ideal del empresario exitoso, pero es un camino que se puede seguir para ser cada día mejor.
Las características que debe tener el empresario ideal son las siguientes:
Capacidad para:
•Planear, organizar, dirigir y desarrollar la empresa.
•Analizar, comprender y resolver aspectos de administración y operación de la empresa.
•Conocer las fortalezas y debilidades de la empresa y de los competidores.
•Coordinar y administrar con eficiencia los recursos materiales, humanos, tecnológicos y financieros.
•Crear oportunidades estratégicas que brinden mayor competitividad y posibilidad de crecimiento a la empresa.
•Crear, adaptar y promover modelos gerenciales nuevos.
•Establecer estrategias, planes, programas, sistemas, controles.
•Fomentar e implantar procesos de mejora continua.
•Generar una nueva cultura empresarial, con productividad y calidad.
•Manejar, resolver y aprovechar situaciones difíciles y encontrar, en éstas, oportunidades para la empresa.
•Integrar equipos de trabajo eficientes y eficaces.
•Instrumentar cambios que mejoren los resultados económicos y sociales de la empresa.
•Medir y evaluar la calidad de los resultados.
•Motivar a sus colaboradores y establecer mecanismos institucionales de cambio en beneficio del personal.
•Poder comunicarse claramente en forma verbal y escrita en español e inglés.
•Promover y orientar las relaciones humanas y públicas.
•Promover, adquirir y adaptarse a los desarrollos tecnológicos que permitan a la empresa ser más competitiva.
•Resolver problemas de diversa índole en cualquier momento.
•Saber administrar el tiempo para llevar a cabo las actividades diarias en forma eficiente y eficaz.
•Saber separar los asuntos críticos que requieren una decisión inmediata.
•Tener control sobre sí mismo.
•Tener facilidad para señalar objetivos, elegir medios y asignar recursos con racionalidad.
•Tener ideas originales para solucionar los problemas que se presenten.
•Tener mente estratégica.
•Tomar decisiones rápidas y acordes con las posibilidades reales de la empresa.
•Trabajar muchas horas con inteligencia y efectividad.
Sensibilidad para:
•Comprender y adaptarse a las distintas etapas de crecimiento y de cambio de la empresa.
•Comprender la importancia de tener calidad en la producción, la distribución de bienes y los servicios que se proporcionan a la comunidad.
•Apoyar, alentar y mostrar interés por el personal.
•Comprender la realidad de todos los colaboradores de la empresa que se ven afectados por factores económicos, legales, éticos y sociales.
•Construir y mantener la confianza, la lealtad y la franqueza del personal.
•Dar importancia y reconocimiento al trabajo del personal.
•Desarrollar la confianza y la cooperación.
•Escuchar las opiniones y consejos de sus colaboradores.
•Comprender la interrelación e influencia entre las empresas, el personal y la sociedad en su conjunto.
•Distinguir entre lo urgente y lo importante, lo accesorio y lo principal.
•Entender a la empresa como un elemento básico del desarrollo de un país.
•Resolver con criterio y sentido común diversas situaciones. y conciliar intereses.
•Respetar el tiempo de los demás.
•Ser imparcial en cualquier controversia.
•Saber adaptarse al cambio.
•Ser siempre sencillo.
•Ser siempre él mismo.
•Tener como valores la imparcialidad, la ecuanimidad y la equidad.
•Tener conciencia de la función que desempeña dentro de la sociedad.
•Ver objetivamente la realidad de cada situación y estar dispuesto a cambiar de opinión.
Actitud para:
•Cumplir con la misión y los objetivos de la empresa.
•Actuar como promotor del cambio, adquiriendo y promoviendo el acceso y uso de los desarrollos tecnológicos de punta.
•Buscar una superación y mejora continua de sus colaboradores.
•Crear estrategias innovadoras que sirvan para diferenciar a la empresa y sus productos de la competencia.
•Cumplir sus responsabilidades con alegría, firmeza, energía, tacto y sacrificio.
•Desarrollar un ambiente de excelencia y calidad.
•Fomentar el espíritu de servicio y la participación de los colaboradores.
•Fortalecer y promover la unidad del personal.
•Hacer el trabajo que se requiera de una manera intensa, especialmente cuando no se dispone del personal que ayude en las labores diarias.
•Interactuar y competir sanamente con otras empresas en la búsqueda de soluciones a las demandas de atención y servicio que generan los clientes.
•Mantener una capacitación permanente sobre los nuevos conocimientos, técnicas y métodos en materia de administración de empresas.
•Promover constantemente el crecimiento de la empresa.
•Respetar y acrecentar los valores éticos, personales y empresariales ante sus colaboradores, proveedores, la comunidad y la autoridad.
•Ser responsable, intuitivo, disciplinado, inquieto, positivo, emprendedor y tenaz.
•Tener confianza y seguridad en sí mismo.
•Cumplir con los compromisos generados con los empleados, proveedores, clientes, autoridades, socios y competidores.
•Tener un amplio sentido social en la práctica de los negocios.
Conocimiento de:
•Administración, finanzas, producción, mercadotecnia, informática, contabilidad, costos, estadística y evaluación.
•Las investigaciones y los avances de las técnicas, modelos y estrategias de alta dirección y liderazgo.
•Principios, procesos, técnicas e instrumentos de la administración en general.
•Sistemas de control, supervisión, evaluación y seguimiento.
•Sistemas computarizados que coadyuven a hacer más eficiente la comunicación e información de todas los actores y áreas de la empresa.
•La tecnología de punta que pueda ser útil para la empresa.
•La realidad nacional e internacional en lo económico, político y social.
•Algunas situaciones legales y fiscales.
•La estructura y funciones generales de la administración pública y privada.
En resumen, un empresario exitoso es, además de un líder, una persona brillante y segura de sí misma, que sabe aceptarse con errores y cualidades y es flexible, sensato, convincente y tolerante con los demás.
Actúa cuando debe y lo hace en forma precisa; es capaz de tomar las decisiones correctas y afrontar sus consecuencias; es observador y está atento a lo que sucede; su experiencia y conocimientos son reconocidos; es carismático, expresa lógica y fácilmente sus ideas, aclara dudas, es amable y tiene un perfil multicultural.
Asume el liderazgo por medio de la motivación y el convencimiento, marcando el rumbo a seguir en el presente y mirando al futuro como la oportunidad de orientar creativa, innovadora y positivamente a sus colaboradores y a la empresa en su conjunto.
Por supuesto que es casi imposible encontrar un empresario que cumpla con todos las características mencionadas. Por fortuna, no es necesario ser un modelo de virtud empresarial para lograr el éxito. La determinación compensa muchas deficiencias, pero el reto es buscar permanentemente la superación personal hasta lograr el mejor de los perfiles.
Está comprobado que los empresarios que disfrutan de su trabajo tienen ventajas sobre sus competidores ya que son más productivos, dedican muchas horas al trabajo sin sentir cansancio y tienen menos posibilidades de enfermarse.
Para que un empresario sea exitoso debe crear empresas que satisfagan sus necesidades personales; debe estar convencido de que la naturaleza del negocio está acorde a sus deseos, actitudes, personalidad, conocimientos y potencialidades.
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